Cuando vivir a la defensiva se vuelve tu manera de estar en el mundo
Si creciste sin estabilidad, tu cuerpo aprendió a quedarse en Proteger. Eso no te hace débil: te hace alguien que sobrevivió.
Lo que solemos pensar
Muchas personas sienten que “siempre estoy tenso” o “nunca logro confiar”. Se juzgan como si fuera un defecto personal.
Pero la verdad es otra: el cuerpo aprendió a estar en Proteger como estado base.
Cómo se instala este patrón
- En la infancia, si los adultos eran impredecibles, explosivos o ausentes, tu cuerpo no podía relajarse.
- Cada error, cada gesto, podía volverse peligroso.
- Así, el sistema nervioso grabó: “Estar en alerta = más seguro que bajar la guardia.”
Lo que un niño aprende para sobrevivir… un adulto lo sigue repitiendo, incluso cuando ya no hace falta.
Cómo se siente en la adultez
Vivir en Proteger como normalidad puede verse así:
- Te cuesta confiar, incluso en personas que te quieren.
- Esperas siempre la crítica o el rechazo.
- No disfrutas del descanso: al relajarte, sientes inquietud.
- Te resulta más fácil discutir, huir o callar que quedarte en conversación.
- Incluso la alegría se siente sospechosa, como algo que puede desaparecer en cualquier momento.
Lo importante
Esto no significa que estés roto.
Significa que tu sistema nervioso aprendió a vivir en alerta. Fue una adaptación, no un fallo.
El reto ahora es recordar el camino de regreso a Conectar.
Ejemplo cotidiano
- Un compañero te hace una observación pequeña.
- Si tu base es Proteger, lo interpretas como amenaza, te tensas, contestas mal o te cierras.
- Si tu base fuera Conectar, podrías tomarlo como información, ajustar y seguir.
El mismo evento se vive de dos maneras porque el cuerpo parte de dos suelos distintos.
Mini-ejercicio (2–3 minutos)
- Pregúntate: ¿Qué tanto de mi día paso en alerta?
- Nota en tu cuerpo: ¿cómo se siente “estar en guardia” para ti? ¿Rigidez, respiración corta, tensión en la mandíbula?
- Dite en voz baja:
- “Mi cuerpo aprendió esto para sobrevivir.”
- “Ahora soy adulto/a. Puedo empezar a probar pequeñas pausas de seguridad.”
Idea clave para llevarte
No eres tu defensa.
Si Proteger se volvió tu normalidad, es porque fue lo que te salvó. Hoy puedes empezar a reconocerlo… y a crear momentos donde Conectar también tenga espacio.