Las emociones cambian según el modo en que estamos
No eres incoherente: tu sistema nervioso cambia de mode según perciba seguridad o amenaza.
Lo que solemos pensar
Muchas personas creen que las emociones son rasgos fijos:
- “Soy una persona irascible.”
- “Soy demasiado sensible.”
- “Yo no tengo paciencia.”
Esto duele porque nos hace sentir defectuosos o inestables.
Lo que en realidad pasa
Las emociones no son fijas. Cambian según lo que percibe tu sistema nervioso.
La Teoría Polivagal nos enseña que nuestro cuerpo funciona en dos grandes modos:
- Cuando hay seguridad, entra en juego el sistema parasimpático. Aquí el cuerpo puede descansar, aprender y conectar con los demás. (rest, digest).
- Cuando percibe amenaza, se activa el sistema simpático. Aquí aparecen las respuestas automáticas de lucha, huida o congelación (fight, flight, freeze).
Dicho de otro modo: nuestro sistema nervioso tiene un ‘modo seguridad’ y un ‘modo defensa’.
Estos son nuestros instintos más antiguos: ya nos guiaban en la prehistoria, antes incluso de tener lenguaje.
En TEG-Blue™ los llamamos Modo Conectar (seguridad / parasimpático) y Modo Proteger (defensa / simpático). Usaremos estos nombres de aquí en adelante para que el mapa sea fácil de seguir.
Vamos a entenderlos con un poco más de profundidad:
Modo Proteger
En Proteger — Nuestro cuerpo nos guía para defendernos del peligro para sobrevivir.
Antes (prehistoria)
Al oír un rugido o ver un depredador, el cuerpo se activa para correr, luchar o quedarse inmóvil y pasar desapercibido.
Hoy (presente)
discusiones, plazos, tráfico, tono de voz duro o notificaciones urgentes pueden parecer peligro para tu sistema nervioso.
Qué pasa en el cuerpo (simpático)
- Respiración rápida y corta, pulso alto.
- Tensión en mandíbula, hombros, puños; visión de túnel.
- Estómago cerrado; cuesta escuchar o pensar con amplitud.
Para qué sirve: Mantenerte a salvo. No es un fallo: es un instinto antiguo que aún te protege.
Modo Conectar
En Conectar — Nuestro cuerpo se adapta para poder relacionarnos con los demás para vivir y aprender.
Antes (prehistoria) Alrededor del fuego, descansar, comer, jugar, aprender y cooperar con la tribu.
Hoy (presente)
Conversación segura, pasear con alguien, cocinar tranquilo, tiempo creativo.
Qué pasa en el cuerpo (parasimpático)
- Respiración más lenta y profunda; mirada amplia.
- Voz suave, rostro más flexible.
- Digestión activa; aparece curiosidad y juego.
Para qué sirve:
Reparar, aprender, crear vínculos. Aquí el sistema puede curarse y construir.
Nuestro sistema nervioso todavía funciona así: cambia constantemente entre Proteger y Conectar según lo que percibe que está pasando a nuestro alrededor.
La metáfora de la brújula
Esto no es un interruptor que se enciende o se apaga. Es más parecido a una brújula con dos polos: seguridad y amenaza. Nos movemos constantemente entre esos polos. Nuestros instintos están siempre escaneando el entorno y, según lo que perciben, la aguja se inclina hacia un lado o hacia el otro:
“¿Es seguro o hay peligro?”
Conectar → calma, curiosidad, confianza, apertura.
- Proteger → tensión, alerta, rigidez, control.
Tu aguja se mueve a lo largo del día, constantemente, sin parar. A veces lo hace de forma pausada, otras de forma abrupta. Y en ninguno de los dos casos hay un fallo en ti: solo un sistema nervioso que intenta orientarse.
Un ejemplo cotidiano
Piensa en la culpa:
- La culpa en Conectar, se siente como: “He hecho daño, puedo reparar, quiero acercarme otra vez.”
- La culpa Proteger, se siente como: “Soy malo, me rechazarán, no puedo soportarlo.”
Mismo nombre, dos experiencias distintas.
Qué cambia al entender esto
- Dejas de juzgarte como incoherente.
- Empiezas a reconocerte como alguien que cambia de modo.
- Aprendes a preguntarte: “¿Estoy en Proteger o en Conectar?” en lugar de “¿Qué está mal en mí?”.
Mini-ejercicio (2–3 minutos)
- Recuerda una emoción de esta semana. Por ejemplo: tristeza, enfado o culpa.
- Imagínala en dos escenarios:
- ¿Cómo se siente cuando estás tranquilo/a y con alguien seguro?
- ¿Cómo se siente cuando estás tenso/a o con miedo?
- Nómbralo con amabilidad: “La misma emoción cambia según el modo en que estoy.”
Idea clave para llevarte
Tus emociones no son incoherentes.
Son señales que cambian de color dependiendo del motor que esté encendido: